Investigadores vertieron toneladas de residuos de café en un bosque. Este es el aspecto que tiene ahora.
Uno de los mayores problemas de la producción de café es que genera una cantidad increíble de residuos. Una vez que se separan los granos de café de las cáscaras, se desecha alrededor del 45% de toda la biomasa.
Así, por cada libra de café tostado que disfrutamos, una cantidad equivalente de pulpa de café se desecha en enormes vertederos de todo el mundo. Esto significa que aproximadamente 10 millones de toneladas de pulpa de café se desechan en el medio ambiente cada año.
Cuando se eliminan de forma inadecuada, los residuos pueden causar graves daños al suelo y a las fuentes de agua.
Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Ecological Solutions and Evidence de la Sociedad Ecológica Británica ha descubierto que la pulpa de café no es sólo una molestia que hay que desechar. Puede tener un impacto increíblemente positivo en la recuperación de zonas deforestadas del planeta.
En 2018, investigadores de ETH-Zurich y la Universidad de Hawái esparcieron 30 camiones de volteo de pulpa de café en un área de aproximadamente 100′ x 130′ de tierra degradada en Costa Rica. El experimento tuvo lugar en una antigua finca de café que sufrió una rápida deforestación en la década de 1950.
La pulpa de café se esparció a un metro de espesor por toda la zona.
Otra parcela cercana al vertedero de pulpa de café se dejó sola para que sirviera de control del experimento.
«Los resultados fueron espectaculares«. dijo la Dra. Rebecca Cole, autora principal del estudio. «La zona tratada con una gruesa capa de pulpa de café se convirtió en un pequeño bosque en sólo dos años, mientras que la parcela de control siguió dominada por hierbas de pasto no nativas«.
En sólo dos años, la zona tratada con pulpa de café tenía una cubierta de copas del 80%, frente a sólo el 20% de la zona de control. Así, la zona tratada con pulpa de café creció cuatro veces más rápido. Como una descarga de cafeína, revigorizó la actividad biológica de la zona.
El follaje también era cuatro veces más alto que el del control.
La zona tratada con café también eliminó una especie de hierba invasora que se apoderó del terreno e impidió la sucesión forestal. Su eliminación permitió que otras especies autóctonas tomaran el relevo y recolonizaran la zona.
«Este estudio de caso sugiere que los subproductos agrícolas pueden utilizarse para acelerar la recuperación de los bosques en tierras tropicales degradadas. En situaciones en las que el procesamiento de estos subproductos supone un coste para las industrias agrícolas, su uso para la restauración con el fin de cumplir los objetivos globales de reforestación puede representar un escenario en el que todos salgan ganando«, dijo la Dra. Cole.
«Si los resultados son repetibles, los consumidores de café y el medio ambiente salen ganando«.
Los investigadores creen que los tratamientos con café pueden ser una forma rentable de reforestar tierras degradadas. También pueden servir para revertir los efectos del cambio climático al apoyar el crecimiento de los bosques en todo el mundo.
El Acuerdo de París de 2016 hizo de la reforestación una parte importante de la lucha contra el cambio climático. El acuerdo incentiva a los países en desarrollo a reducir la deforestación y la degradación de los bosques, a promover la conservación y la gestión sostenible de los bosques y a aumentar las reservas de carbono forestal en los países en desarrollo.
«Esperamos que nuestro estudio sea un punto de partida para que otros investigadores e industrias echen un vistazo a cómo podrían hacer más eficiente su producción creando vínculos con el movimiento global de restauración«, dijo la Dra. Cole.
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