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Parálisis De Bell

Parálisis de Bell e infección por COVID-19

  • Dr. Ignacio Rodríguez
  • Covid19

Las personas infectadas por el COVID-19 tienen casi siete veces más probabilidades de desarrollar parálisis de Bell, o parálisis de los músculos faciales, que las vacunadas contra el virus, según un estudio publicado el jueves por la revista JAMA Otolaryngology-Head & Neck Surgery.

Aunque los primeros informes sugerían que la afección podría ser un efecto secundario de la vacunación contra el coronavirus, los investigadores dijeron que el estudio no indica que la vacuna sea la culpable.

La complicación, sin embargo, es poco común, ya que afecta a menos de una décima parte del 1% de las personas infectadas por el coronavirus, según los datos.

Además, muchos de los que desarrollan parálisis de Bell tras la infección tienen antecedentes de este trastorno, lo que sugiere que el virus provoca una recurrencia de sus síntomas.

«En el período inicial de disponibilidad de la vacuna COVID-19, los medios de comunicación informaron en varias ocasiones sobre la parálisis de Bell asociada a la vacunación [y] tales preocupaciones podrían erosionar la confianza en la vacuna y exacerbar las dudas del público«, dijo a UPI la Dra. Akina Tamaki, coautora del estudio, en un correo electrónico.

Sin embargo, «nuestros datos sugieren que las tasas de parálisis de Bell son más elevadas en los pacientes que dan positivo en la vacuna COVID-19 y esta incidencia supera la registrada… con la vacuna COVID-19«, dijo Tamaki, profesora adjunta de otorrinolaringología en la Universidad Case Western Reserve de Cleveland.

Se sabe que la COVID-19 provoca altos niveles de inflamación en múltiples órganos, incluidos los pulmones, el corazón y el cerebro, sobre todo en los enfermos graves, según sugieren las investigaciones.

Entre las complicaciones asociadas a esta inflamación generalizada se encuentran los trastornos neurológicos, como la parálisis de Bell, un episodio de debilidad o parálisis de los músculos faciales que se inicia de forma repentina y está causado por un daño en el nervio facial.

Dado que las vacunas COVID-19 disponibles en la actualidad están diseñadas para desencadenar una respuesta inmunitaria similar a la provocada por la infección por coronavirus -para preparar al sistema inmunitario para responder al virus real-, ha surgido la preocupación de que puedan provocar complicaciones similares.

Los ensayos clínicos de fase 3 de las vacunas COVID-19 de Pfizer-BioNTech y Moderna descubrieron que aproximadamente 19 de cada 100,000 personas inoculadas desarrollaron parálisis de Bell, aunque no se pudo confirmar que las vacunas provocaran la complicación, según Tamaki y sus colegas.

Para este estudio, los investigadores analizaron los datos de más de 348,000 pacientes diagnosticados de COVID-19 y de unos 64,000 que habían sido vacunados contra el virus.

De los pacientes infectados, 284, es decir, el 0,08%, fueron diagnosticados de parálisis de Bell en las ocho semanas siguientes a la prueba del virus, según los datos.

El 54% de estos pacientes no tenía antecedentes de este trastorno de los músculos faciales, mientras que al 46% se le había diagnosticado en el pasado.

No hubo casos de parálisis de Bell entre los participantes vacunados, ninguno de los cuales tenía antecedentes de COVID-19, dijeron.


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Dr. Ignacio Rodríguez

Graduado "Magna Cum Laude" como Especialista en Endodoncia, fundó en el año 2008 el primer Centro Dental de Especialistas en la ciudad de Danlí, Honduras; donde desde hace más de una década, ejerce su práctica privada limitada a la Endodoncia.