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Increíble estudio muestra fetos respondiendo a sabores

  • Dr. Ignacio Rodríguez
  • Ciencia

Un nuevo y extraordinario estudio ha registrado las primeras pruebas de que los bebés en el vientre materno reaccionan a los sabores de los alimentos ingeridos por sus madres. Las impresionantes imágenes muestran a los fetos arrugando la cara de asco minutos después de que la madre consuma col rizada o sonriendo con regocijo en presencia de sabores dulces como la zanahoria.

Anecdóticamente, la mayoría de las madres le dirán que sus bebés eran increíblemente sensibles a ciertos alimentos o bebidas. Sentir que el pequeño da patadas o se retuerce a los pocos minutos de consumir determinados alimentos sugiere, sin duda, que los fetos pueden responder a sabores específicos, pero las investigaciones aún no han aclarado cómo ocurre esto.

Sabemos que las papilas gustativas del feto se han desarrollado en torno a las 14 semanas de gestación. También hay pruebas que demuestran que ciertas moléculas de sabor de los alimentos pueden pasar al líquido amniótico. Por ello, algunos investigadores han planteado la hipótesis de que las preferencias gustativas de los niños pequeños podrían estar influidas por la exposición a determinados alimentos durante el embarazo.

«Varios estudios han sugerido que los bebés pueden saborear y oler en el útero, pero se basan en resultados posteriores al nacimiento, mientras que nuestro estudio es el primero que observa estas reacciones antes del nacimiento«, explicó la investigadora principal del nuevo estudio, Beyza Ustun. «Como resultado, pensamos que esta exposición repetida a los sabores antes del nacimiento podría ayudar a establecer las preferencias alimentarias después del parto, lo que podría ser importante a la hora de pensar en la mensajería en torno a la alimentación saludable y el potencial para evitar el «malestar alimentario» en el destete«.

Para explorar esta hipótesis, la nueva investigación recurrió a la tecnología de ultrasonidos 4D, una valiosa forma de obtener imágenes de los movimientos fetales con gran detalle. Se reclutó a un centenar de madres, todas ellas en su último trimestre de embarazo.

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De la línea de base, a la izquierda, a la respuesta después de que la madre consumiera zanahoria. FETAP (Fetal Taste Preferences) Study, Fetal and Neonatal Research Lab, Durham University.

Las participantes se dividieron en tres grupos: uno de control que se sometió a una ecografía 4D sin intervención, y otros que consumieron una cápsula de col rizada o de zanahoria en polvo unos 20 minutos antes de la exploración. La ecografía posterior duró unos 25 minutos, lo que permitió a los investigadores seguir los movimientos del feto durante un periodo de tiempo considerable.

Los increíbles resultados mostraron que los fetos expuestos a la col rizada dieron más respuestas de «cara de llanto«, mientras que los expuestos a la zanahoria dieron más respuestas de «cara de risa«. Estas caras contrastaban con las del grupo de control, que mostraba caras más neutras en los fetos no expuestos a ningún sabor.

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De la línea de base, a la izquierda, a la respuesta cuando la madre consumió col rizada. FETAP (Fetal Taste Preferences) Study, Fetal and Neonatal Research Lab, Durham University.

Jackie Blissett, coautora del nuevo estudio, dijo que se eligieron la col rizada y la zanahoria por sus diferentes perfiles de sabor. La col rizada presenta características fuertemente amargas, mientras que la zanahoria suele ser una verdura dulce. Curiosamente, Blissett señala que no está claro qué moléculas de sabor afectan exactamente a los bebés, sobre todo porque el azúcar, por ejemplo, no estaría contribuyendo a la respuesta positiva dulce de la zanahoria.

«No creemos que el feto esté respondiendo al ‘sabor dulce’ per se porque el azúcar en el líquido amniótico está muy controlado en un embarazo saludable«, explicó Blissett en Twitter. «Pero el feto podría estar respondiendo a otras cosas, como otros sabores de la comida, e incluso a las propias respuestas de la madre a los alimentos sabrosos«.

Los hallazgos plantean, sin duda, toda una serie de preguntas que deberán explorarse en futuros proyectos de investigación. ¿Disminuyen estas respuestas del feto con el tiempo si la madre consume sabores fuertes de forma constante durante el embarazo? ¿Y se correlacionan estas respuestas de sabor en el útero con las preferencias alimentarias cuando el bebé empieza a comer más tarde?

«Se podría argumentar que las repetidas exposiciones prenatales a los sabores pueden dar lugar a preferencias por los sabores experimentados en el periodo postnatal«, especula Blissett. «En otras palabras, exponer al feto a los sabores que menos le gustan, como la col rizada, podría significar que se acostumbre a esos sabores en el útero«. «El siguiente paso es examinar si los fetos muestran menos respuestas ‘negativas’ a estos sabores con el tiempo, lo que se traduce en una mayor aceptación de esos sabores cuando los bebés los prueban por primera vez fuera del útero

Ya se ha iniciado un estudio de seguimiento de los mismos bebés fotografiados aquí en sus primeros meses después del nacimiento. El plan es ver cuáles son sus respuestas a la zanahoria y a la col rizada cuando lleguen a la edad en que pueden empezar a comer alimentos sólidos.

El nuevo estudio se ha publicado en Psychological Science.

Fuente: Universidad de Aston


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Dr. Ignacio Rodríguez

Graduado "Magna Cum Laude" como Especialista en Endodoncia, fundó en el año 2008 el primer Centro Dental de Especialistas en la ciudad de Danlí, Honduras; donde desde hace más de una década, ejerce su práctica privada limitada a la Endodoncia.