Moscas emergen del ojo derecho de un hombre desprevenido
Moscas en el ojo humano. El picor de ojos suele ser algo que la mayoría de nosotros ignora. Aunque puede ser realmente incómodo, la mayoría de las veces el picor de ojos no es un problema de salud grave.
Pero para un hombre en Francia, era alarmante. El individuo, anónimo, tenía más de una docena de gusanos creciendo en su ojo.
El hombre, de 53 años, fue llevado a urgencias tras desarrollar una insoportable sensación de picor en su ojo derecho. Informó a los médicos de que había estado haciendo labores de jardinería a primera hora del día cerca de una granja de caballos y ovejas.
Y en medio de ello, sintió que un objeto extraño entraba en su ojo. Por supuesto, al oír esto, los médicos le hicieron una exploración rápida para identificar la causa.
Pero al atenderle, se quedaron inmediatamente sorprendidos por lo que descubrieron.
Según el informe del hospital, el hombre tenía «más de una docena de larvas móviles y translúcidas retorciéndose en la córnea y la conjuntiva«.
La córnea es la capa exterior transparente que protege la parte delantera del ojo. Mientras que la conjuntiva es una membrana que recubre los párpados y las partes blancas del ojo humano.
Las moscas también pueden infestar a los humanos
Al paciente se le diagnosticó oftalmomiasis externa o una infestación de las estructuras externas del ojo humano por larvas de mosca.
Pero, afortunadamente, los médicos pudieron solucionar el problema extrayendo físicamente las larvas una por una. Y tras hacerlo, consiguieron identificar al culpable como larvas de Oestrus ovis (también conocida como mosca de las ovejas).
Según la Universidad de Florida, el Oestrus ovis es una especie de mosca que provoca infecciones parasitarias en las ovejas. Sin embargo, a veces también se ceba con los humanos.
Por ello, los médicos creen que el paciente se infectó con la larva de la mosca cuando estaba cerca de la granja de caballos y ovejas.
Afortunadamente, no tardó en recibir tratamiento. Si no se trataba, los «ganchos orales» y las «espículas del cuerpo» de la larva podrían haberle causado abrasiones en el ojo.
El caso fue reportado por los autores NICOLAS ABIHAIDAR, B.M., y THIBAUD GARCIN, M.D., Ph.D. quienes fueron publicados en The New England Journal of Medicine.
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